miércoles, 7 de abril de 2010

FISIOPATOLOGIA DE LA MUERTE DE JESUCRISTO

FISIOPATOLOGIA DE LA MUERTE DE JESUS



En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fué una persona politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su crucifixión. El efecto principal de la Crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación.El peso del cuerpo jalado hacia abajo, con los brazos y hombros extendidos, tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de inhalación y por consiguiente afectando a la exhalación pasiva. De esta manera la exhalación era primariamente diafrágmatica y la respiración muy leve. Esta forma de respiración no era suficiente y produciría, retención de CO2 (Hipercapnia).Para poder respirar y ganar aire Jesús tenía que apoyarse en sus pies, tratar de flexionar sus brazos y después dejarse desplomar para que la exhalación se produjera. Pero al dejarse desplomar le produciría igualmente una serie de dolores en todo su cuerpo.



El desarrollo de calambres musculares o contracturas tetánicas debido a la fatiga y la hipercapnia afectaron aún más la respiración. Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies y flexionando los codos, aductando los hombros.Esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaria tremendo dolor.Más aún, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme dolor a través de los nervios lacerados. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la espalda contra la estípe. Como resultado de eso cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso, eventualmente llevaría a la asfixia y finalmente a su fallecimiento.Era costumbre romana que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña y carroñeras los devoraban.



Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del sanedrín pidieron a Pilatos que, según la costumbre romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a golpes. Está barbara operación se llamaba en latín " CRURIFRAGIUM " (Jn 19 31,34).Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto, renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba el golpe de gracia y le traspaso el pecho con una lanza.En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio, (saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar perforación del ventrículo derecho o tal vez había hemopericardio postraumatico, o representaba fluido de pleura y pericardio, de dónde habría procedido la efusión de sangre.Con este análisis que si bien conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor científico en cuanto a su parte más teórica; más no demostrables con análisis ni estudios complementarios.Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en Él y en su evangelio


















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