FISIOPATOLOGIA DE LA MUERTE DE JESUS
En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fué una persona politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su crucifixión. El efecto principal de la Crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación.El peso del cuerpo jalado hacia abajo, con los brazos y hombros extendidos, tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de inhalación y por consiguiente afectando a la exhalación pasiva. De esta manera la exhalación era primariamente diafrágmatica y la respiración muy leve. Esta forma de respiración no era suficiente y produciría, retención de CO2 (Hipercapnia).Para poder respirar y ganar aire Jesús tenía que apoyarse en sus pies, tratar de flexionar sus brazos y después dejarse desplomar para que la exhalación se produjera. Pero al dejarse desplomar le produciría igualmente una serie de dolores en todo su cuerpo.
El desarrollo de calambres musculares o contracturas tetánicas debido a la fatiga y la hipercapnia afectaron aún más la respiración. Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies y flexionando los codos, aductando los hombros.Esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaria tremendo dolor.Más aún, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme dolor a través de los nervios lacerados. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la espalda contra la estípe. Como resultado de eso cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso, eventualmente llevaría a la asfixia y finalmente a su fallecimiento.Era costumbre romana que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña y carroñeras los devoraban.
Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del sanedrín pidieron a Pilatos que, según la costumbre romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a golpes. Está barbara operación se llamaba en latín " CRURIFRAGIUM " (Jn 19 31,34).Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto, renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba el golpe de gracia y le traspaso el pecho con una lanza.En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio, (saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar perforación del ventrículo derecho o tal vez había hemopericardio postraumatico, o representaba fluido de pleura y pericardio, de dónde habría procedido la efusión de sangre.Con este análisis que si bien conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor científico en cuanto a su parte más teórica; más no demostrables con análisis ni estudios complementarios.Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en Él y en su evangelio
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